En contexto de pandemia del coronavirus, si bien es cierto que las empresas de logística se encuentran exceptuadas del cumplimiento de la cuarentena, cerca del 47% de las empresas están paralizadas. Funciona con normalidad especialmente el transporte de medicamentos, de alimentos y, en muy menor medida, la logística de última milla. También funciona la logística en empresas que se encuentran habilitadas a la reactivación de su producción para mantener activa la cadena de suministros.
Las empresas y la cuarentena
La principal medida que ha tomado el gobierno nacional argentino frente a la pandemia del coronavirus es la cuarentena. Se trata de extremar el distanciamiento social y evitar las salidas excesivas para así controlar la curva de contagios. Esto le ha dado al Estado Nacional y los estados provinciales la posibilidad de ampliar sus servicios de salud para ofrecer atención adecuada a todas las personas que requirieran de cuidados intensivos o asistencia respiratoria.
Esta situación de cuarentena ha complicado el trabajo de las empresas logísticas. Muchas de las empresas logísticas han sido declaradas como servicios esenciales, por lo que queda exentas de las restricciones que vive una gran parte de la población, especialmente en los grandes conglomerados urbanos como Ciudad de Buenos Aires y Conurbano bonaerense, que no han pasado a la fase 4 del aislamiento social.
Si bien es cierto que las empresas logísticas se encuentran exceptuadas de hacer cuarentena, la parálisis económica generada por el coronavirus, tanto en Argentina como en el mundo en general, ha reducido sustancialmente el trabajo de estas empresas. Hoy en día, cerca del 47% de las empresas de logística se encuentran sin actividad pese a que no haya restricciones sobre ellas. Las que operan con normalidad son las que se dedican al transporte de medicamentos y de alimentos.
Se añade a este panorama que, como consecuencia de esta situación, la mayor parte de los cambiones que viajan cargados terminan regresando vacíos. Lo que esto genera es que el costo del transporte se duplique con respecto al valor de los días previos a la cuarentena. En este sentido, el transporte de productos termina siendo cada vez más costoso para empresas y productores. Pero, además de esto, las empresas han invertido más dinero en equipamiento para evitar que los trabajadores de la industria logística se puedan contagiar de COVID-19.
Carlos Musante, Director Técnico de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL), explicó al Cronista que:
“Los números que vemos en estos últimos días son malos. Pensá que el mayor movimiento de camiones lo genera la industria automotriz que hoy está absolutamente parada. Y así hay muchos otros rubros que se frenaron prácticamente por completo (…) La gente tiene la imagen de los supermercados abastecidos, pero esa no es la realidad de todo el sector. Estamos viendo cómo se puede ayudar a quienes están parados. Creemos que debería haber algún aplazamiento de impuestos, porque de lo contrario se va a hacer muy difícil seguir operando”.
Siguiendo lo que afirma Musante, en la actualidad, de cada 20 camiones que antes servían al sector automotriz, se llega a completar solamente un viaje hoy en día. Este viaje suele destinarse a transportar autopartes para reparación y no para la creación de nuevos vehículos. Esto se da también en otras industrias como son la cosmética y la electrónica.
Es fundamental contar con una red que pueda mantener un buen abastecimiento. Es esta red de distribución la que juega un rol clave en la lucha contra la pandemia, ya que es la que se encarga de la entrega de todo tipo de insumos y medicamentos a los hospitales y farmacias, a la vez que se encarga de distribuir bebidas y alimentos, de reponer dinero en los cajeros automáticos y de distribuir las tarjetas solidarias del gobierno para que las personas tengan con qué afrontar sus gastos del día a día en este difícil momento.
Pese a la importancia del sector logístico en este sentido, las empresas del sector se encuentran complicadas ante el aumento de los costos del transporte como consecuencia de la parálisis económica. En este sentido, los referentes del sector sostienen que es clave que haya reglamentaciones que puedan adecuarse a la logística y no al revés.