Lo que se conoce como B/L o conocimiento de embarque, hace referencia a un documento que se emplea en el transporte marítimo constantemente. Cumple tres funciones fundamentales. La primera de ellas tiene que ve con dar testimonio de la entrega de las mercancías que han sido enviadas a través de este transporte. La segunda, hace referencia a un medio para transferir a la otra parte que recibe los derechos sobre las mercancías que se enviaron, a través de un documento en papel. Y, finalmente, es la prueba del contrato del transporte.
Tradicionalmente, el B/L ha sido presentado siempre en formato papel. No obstante, con las nuevas tecnologías, todos los procedimientos de la vida social, productiva y comercial se van digitalizando paulatinamente, y la logística no puede quedarse por fuera de esta tendencia.
En un mundo que está cada vez más dominado por los avances tecnológicos, la digitalización de documentos como el B/L ha comenzado a observarse. Antes de que comenzara la pandemia del nuevo coronavirus, ya los principales armadores comenzaban a trabajar en el desarrollo de estándares comunes para las tecnologías de la información. A pesar de ello, la crisis sanitaria que se generó a nivel mundial llevó a que las empresas tuvieran que adecuarse a la dinámica de la digitalización de una manera mucho más veloz a la que estaba planeada inicialmente. En algunos casos, tuvo que hacerse como en un exabrupto.
¿Cómo adecuar la logística marítima a los tiempos de pandemia y digitalización?
Un caso interesante para analizar esta situación es el de algunas navieras que ya han empezado a emitir sus primeros conocimientos de embarque electrónico. Ello tuvo dos objetivos fundamentales: por un lado, adecuarse a los nuevos tiempos que corren que limitaron considerablemente las opciones; por otro, reducir los tiempos de espera en la emisión de los documentos B/L.
Para lograr esto, lo primero que hicieron fue utilizar documentos electrónicos de B/L a nivel regional. Luego de evaluar su funcionamiento, empezaron a implementarlo también en los transportes y traslados a nivel internacional. Algunos profesionales consideran que este tipo de documento digitalizado terminará con lo que queda en la actualidad de las copas en papel, por lo que también se reducirá la posibilidad de generar fraudes y los costos vinculados a las emisiones de estos documentos en formato de papel.
Desafíos a sortear
Existen aún algunos desafíos que deben poder superarse si lo que se quiere es implementar masivamente el B/L electrónico en todos los envíos del transporte marítimo. Existe todavía una cierta oposición a esta cuestión, que se debe a determinadas dificultades sobre las cuales resulta indispensable trabajar. Las dificultades que suelen destacarse al respecto de este sistema son las siguientes:
Falta de seguridad
Se hace referencia en este caso a una carencia en la seguridad jurídica. Resulta indispensable encontrar los modos de equiparar el nivel de seguridad jurídica que se contempla en la actualidad con los documentos de embarque en formato papel, con respecto a aquellos que se empiezan a emitir en formato electrónico. Hoy en día, no existe todavía una protección jurídica masiva sobre los documentos de embarque o B/L en formato electrónico, lo que resta seguridad a las transacciones que se lleven a cabo.
Acceso a medios tecnológicos
Por otro lado, si bien, como decíamos con anterioridad, son cada vez más las empresas y espacios productivos y comerciales que deben acudir a las nuevas tecnologías para hacer frente a las necesidades del contexto de pandemia, aún no está garantizado el acceso universal a las nuevas tecnologías. En ocasiones, las pequeñas y medianas empresas transitarias y otras empresas con un menor acceso tienen dificultades para contar con los medios tecnológicos necesarios para poder abarcar este tipo de documentación de B/L. El acceso universal de las empresas y los espacios de comercialización a estas tecnologías es clave para el buen funcionamiento de los conocimientos de embarque o B/L electrónicos.