Guía para el manejo de carretillas

Las carretillas elevadoras constituyen, en la actualidad, un tipo de maquinaria indispensable para el manejo de cargas en diferentes rubros del mercado. En este sentido, se requiere de un pleno conocimiento acerca de las formas y los métodos adecuados para su manejo, para evitar la posibilidad de riesgos de trabajo y de problemas con la integridad de las cargas.

Manejar carretillas elevadoras

Lo primero que cabe destacar en este punto, tiene que ver con la necesidad de contar con operarios formados especialmente para el manejo de este tipo de equipos. Esto se debe a que se trata de un trabajo de riesgo que no puede ser llevado a cabo por cualquier persona que no cuente con las herramientas teórico-prácticas adecuadas. La importancia de la formación de los operarios que se encarguen del funcionamiento y la utilización de este tipo de equipos tiene que ver con que un mal uso puede representar riesgos de vida y de daños físicos, tanto para quien opera en cuestión como para otras personas que se encuentren a su alrededor.

Muchos son los riesgos que pueden tener lugar durante el manejo de carretillas elevadoras. Por esto, uno de los primeros pasos para una conducción adecuada y segura tiene que ver con conocer los elementos que componen al equipo y el rol que ocupan en las diferentes posibilidades de accidentes laborales.

Uno de los primeros puntos de riesgo que se puede mencionar tiene que ver con la posibilidad de caída del conductor. Esto puede tener lugar como consecuencia de la elevación de otras personas o de un acceso inseguro al equipo. En este sentido, se debe constatar que no se esté transitando por suelos resbalosos o en malas condiciones, como así también que existan los elementos de seguridad necesarios, tales como el cinturón de seguridad y el agarramanos.

En segunda instancia, podemos mencionar como riesgo posible y frecuente el que incluye a la caída de las cargas que están siendo transportadas. Esto puede llegar a ocurrir como consecuencia de: circuitos hidráulicos que se han roto, apilado incorrecto de las cargas, cargas demasiado elevadas para la máquina, manejo por zonas en las que se circula por rampas elevadas, entre otros. Por su parte, lo mismo puede resolverse de la siguiente manera: constatando el estado de la carretilla en general y de sus componentes, respetando la carga máxima de la máquina sin intentar superarla, buscando que los pasillos por los que se va a circular no cuenten con obstáculos, buscando los sistemas de fijación de cargas.

Finalmente, se hace referencia también a lo que tiene que ver con los riesgos para terceros. En este punto, se habla acerca de la posibilidad de que se generen atropellos y demás accidentes. Si esto ocurre, es posible que sea por alguno de los siguientes elementos: se conduce a velocidades excesivas, los frenos o la dirección fallan, hay obstrucción de la visibilidad, el espacio para maniobrar es muy escaso o hay poca iluminación en el lugar. La mejor manera de resolver esto es: apelando a todos los elementos posibles de señalización, iluminando correctamente los espacios y liberándolos, controlando los frenos y la dirección, utilizando claxon en las áreas de cruces y probando las paradas de emergencia.

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