En más de una ocasión y, especialmente, en más de un establecimiento industrial o comercial podemos encontrar autoelevadores. Sin embargo, ¿cuánto se sabe en realidad acerca de ellos? Hoy en día y con el crecimiento de la economía en mercados internacionales, los autoelevadores se han convertido en herramientas fundamentales en todo tipo de ámbito productivo. Además, con el paso del tiempo, han comenzado también a formar parte de los grandes comercios y supermercados, permitiendo una pronta optimización de los servicios y los modos de trabajo, independientemente del rubro.
Para poder comprender mejor el por qué del crecimiento en la demanda y en el uso de autoelevadores, se debe entender primero en qué consiste un autoelevador y, aún más, cómo funciona.
El modo de trabajo de un autoelevador
Si se trata de definir en qué consiste un autoelevador, puede decirse que es un equipo cuyas dimensiones son moderadas, permitiendo que pueda ingresar en diferentes tipos y tamaños de ambientes. En lo que respecta a su funcionalidad, se usa especialmente para poder trasladar y almacenar cargas, especialmente aquellas que son pesadas y que no pueden movilizarse con otras máquinas con capacidad menor.
El autoelevador es un equipo que trabaja caracterizándose por su versatilidad y su capacidad de movilidad. Si esto ocurre es debido fundamentalmente a un contrapeso que se encuentra ubicado en su parte trasera, como así también gracias a un núcleo de horquillas que es el que se encarga de mover, de subir y de bajar las cargas.
Para poder trasladar y subir correctamente las cargas, el autoelevador cuenta con dos horquillas paralelas ubicadas al frente. Su ubicación respecto al resto de la máquina tiene que ver con la posibilidad de tomar las cargas por debajo, de manera equilibrada.
En lo que refiere especialmente a su conducción, puede decirse que la dirección del autoelevador está en sus ruedas traseras. Esto optimiza considerablemente los trabajos y hace que el equipo se torne más versátil, aún más en espacios reducidos, pasillos o suelos que no son lisos.
Si se trata de definir a grandes rasgos el modo en que funcionan efectivamente los autoelevadores, estos lo hacen mediante la puesta en marcha de un sistema hidráulico. Al accionar una palanca, se provoca que se genere una apertura o un cierre del paso de aceite. Es esto lo que hace que el mecanismo de elevación se ponga en funcionamiento. El autoelevador cuenta con un sistema de palancas, que son las que hacen posible tomar las cargas por debajo y proceder a su traslado o elevación. Además, todo autoelevador contiene una plataforma deslizable, que es la que se encarga de dar continuidad al carro que se encarga de sostener las horquillas ya mencionadas. Y, finalmente, no se puede dejar de mencionar la cabina, espacio fundamental en el que los operarios que se encuentran certificados con el registro de conducción de autoelevadores controlan el accionar de la máquina y llevan a cabo todas las tareas de traslado y de almacenamiento de las cargas propuestas en su espacio de trabajo.
¿Qué accesorios se necesitan?
Ahora, es momento de pasar a lo que tiene que ver con los accesorios que se implementan en el trabajo con autoelevadores. Estos son fundamentales para garantizar su buen funcionamiento y también para proteger las cargas, a los operarios y a la totalidad de las personas en la empresa. Para hablar de los accesorios, los vamos a dividir en tres grandes grupos:
Los accesorios del equipo
Cada equipo con el que se trabaje requerirá de sus propios accesorios. Estos se eligen especialmente teniendo en mente la tarea que se va a realizar en cada caso, con qué mercaderías o productos se va a trabajar, entre otras cosas. Los accesorios de los equipos se ven condicionados por las tareas en cuestión y también por el tipo y peso de carga y por las condiciones del establecimiento. Se trata de complementos que ayudan a que las tareas se puedan llevar a cabo de la mejor manera, pero para eso es importante conocer exactamente las necesidades en cada momento.
Los accesorios del conductor
Hay instrumentos básicos que todo conductor u operario de autoelevadores debe tener a disposición cuando está trabajando con este tipo de equipos. Entre estos, se destacan especialmente las llaves tubo, los destornilladores básicos, las pinzas, los trinquetes, los extractores, los instrumentos para medir, distintas herramientas para cortar, entre otros.
También es importante que tengan todos los accesorios de seguridad. Por estos entendemos las bocinas, las alarmas para marcha atrás, los protectores de golpes, las balizas, los cinturones de seguridad, los faros de trabajo, los limitadores de velocidad, los espejos panorámicos, los sistemas de advertencia en casos de exceso de velocidad, las luces de advertencia, entre otras cosas.
Los accesorios del establecimiento
Finalmente, el propio establecimiento también debe contar con determinados accesorios para favorecer el buen trabajo con autoelevadores en su interior. Son accesorios que se colocan en el interior del edificio de trabajo, especialmente en los casos en los que se emplea este tipo de maquinaria. Algunos de los elementos que no pueden faltar son las señalizaciones para facilitar la conducción, los espejos de tráfico, señalizaciones para indicar al resto de los trabajadores los espacios por los que va a circular el autoelevador, la protección para columnas, la protección para estanterías, la señalización de rampas o desniveles, entre otros. Son algunos de los más importantes para convertir el ambiente de trabajo en un espacio seguro para todos.